lunes, 23 de junio de 2008

Diario de a bordo: Escocia (Parte 2)

Jueves 20 Abril: Passing Place (El día de Txuspi)

El día comienza con la ducha a alta presión. Megadesayuno de chocokornflackes o algo así. El minibús nos recoge puntual a las 9:30. El sueño vuelve a atenazarnos. Realizamos distintas paradas para ver el impresionante paisaje de la isla de Skye (que no deja de ser un desierto pero tiene unas vistas acojonantes).

(Las maravillosas vistas de Skye. Donde no hace ni frío)

En una de estas pausas, Txuspi hace una maniobra extraña saltando. La anécdota no habría llegado a más, pero resulta que Caroline lo ve y le suelta en un perfecto inglés de Escocia: “Si te rompes las piernas o los brazos no te pienso llevar al hospital”. Primera advertencia. Juanca, entre foto y foto, comienza a hacer amigos con el resto del tour. Vemos un castillo en ruinas, subimos una empinada cuesta y vemos 2 cementerios. Hasta llegar al sitio donde comemos, todavía tenemos tiempo para otra siesta. La música ambiente mejora levemente. En el pequeño albergue donde estacionamos para almorzar, sacamos nuestros bocadillos de chacina, hablamos sobre aquel programa mítico llamado “El Informal” y la cámara de Txuspi se intenta autolesionar para que éste deje de hacer fotos de su careto. Fracasa en el intento.

Vimos que el resto del grupo se llevaba de puta madre con la guía así que emprendemos nuestra primera tentativa de socializar con ellos. Pero no resulta. De vuelta en el autobús, en medio de una carretera rodeada de campos, Caroline detiene la marcha y nos da el segundo hachazo: “Podéis bajar a ver a las vacas, pero el de atrás (por Txuspi) que se comporte y no las asuste”. En ese preciso instante todo el autobús se gira para mirarlo y da la casualidad de que esta haciendo el mongolo. Los españoles, cubriéndonos de gloria una vez más. El sector femenino del autobús babea por un ternero de aquellas extrañas vacas hippies escocesas. Rebeca no lo duda y se baja del bus para buscar una foto con la vaca de sus sueños. Txuspi tiene otros intereses y se centra en una vaca plantando un pino. Caroline le mira con cara de pocos amigos mientras sentencia: “… so disgusting…”. Y va la tercera.

(Esto es lo que se entiende por una vaca hippie)

Nuestra travesía por los senderos perdidos de dios sigue adelante y el mejor paisaje de todos los que pudimos ver ese día estaba aún por llegar. Paramos junto a unos acantilados. Juanca tarda un poco más de la cuenta en bajar por lo que sufrirá la ira de la burraca (Caroline), cuando ésta golpee sin compasión las mamparas de su propio autobús para que bajen. Txuspi sale impactado e intimidado. Tanto, que en la subida que emprendemos tiene un pequeño percance en un campo minado con mierda de oveja. Digamos que su pantalón adquirió un cariz diferente: negruzco oloroso. El cachondeo va a proseguir en el autobús mientras la música decae de nuevo. El mito de la burraca ha nacido mientras nosotros cantamos “Carolina” de M-Clan:

“Carolina, tratame bien,
no te rías de mi, no me arranques la piel”

Al llegar a Portree temprano, decidimos comprar la cena y darnos una vuelta. Antes nos hacemos fotos con el dueño del hostel (Bayfield Backpackers… momento promoción). Respecto al resto del pueblo, muy pesquero, muy… recogidito, pero sin más comentarios.

Mientras preparamos la cena, Rebeca se cubre de gloria. Estando ella y Txuspi en la cocina con otro usuario más, Rebe se pone nerviosa porque el tío esta empleando el horno y tarda muchísimo. Entonces empieza a rajar de él (no con maldad, pero si en plan cachondeo). Al rato el tío se cansa y le hace saber que es español. No he visto salir de una cocina tan rápido a una persona más roja que Rebe esa tarde.

La cena acaba siendo movidita entre las pizzas, las quiches y la pelea lógica por ver quien lava los platos mientras la conversación discurre sobre madres, regalos y demás interrogantes de la vida. Esa noche decidimos salir con las guiris a un local-bar de un hotel cercano a tomar unas pintas. Allí conocimos un verdadero “pintas” de Missouri que se apuntó al grupo. Me encanta cuando socializamos de verdad. La noche no dio para más. Tan solo resaltar que la relación que se fraguaba entre Txuspi y las guiris bigotudas no iba por buen camino y podría pagarlo caro: “Nunca recuerdo un nombre, pequeña”.

(Juanca, Txuspi, yo y el dueño del hostel)


Viernes 21 Abril: El secuestro de Nessie

La jornada comienza con una llamada a las 2:35 de la madrugada. La escisión del viaje a Escocia, el otro grupo, nuestros amigos que iban en coche, estaban en la calle por llegar tarde a su hotel y querían saber si los podíamos colar en el nuestro. No, no podíamos. Así que hicimos lo único que podíamos hacer en ese momento. Nos dormimos.

A la mañana siguiente empacamos rápidamente, nos despedimos del carismático dueño y de vuelta al minibús. El sueño crónico sigue siendo patente en nosotros mientras que la mala música parece ir por el mismo camino. Regresamos al castillo de Eliean Donnan y paramos en un mirador para contemplar las Five Sister (allí todo es muy fraternal). En ese momento, Txuspi propone una foto de grupo de todos los integrantes, monta el espectáculo y se pone a dirigirnos cual si fuéramos un coro. Todo muy divertido. Pero la relación de amor-odio con la burraca seguía creciendo.

Hicimos varias paradas más, todas en contra de la vejiga de Rebeca que se mea. La burraca también pasa de ella. Llegamos a un sitio llamado Fort Aungustus o algo así. El lago Ness, para entendernos. Txuspi compra un pequeño Nessie de peluche que se une a la expedición. Disfrutamos de una comida muy agradable, bajo un sol abrasador, con todos en camiseta. ¡Lo típico de Escocia, vamos! Tomamos algunas fotos del lago y de vuelta a la carretera. Para el que le interese, los monólogos de la burraca están a la venta en DVD y CD (con book fotográfico y pases para su castillo).

(Nessie en plan juguetón)

La siguiente parada es para catar whisky (o chupitos más bien). La gente pregunta donde venden cocacola. Después de probar unos cuantos, preferimos volvernos al minibús por nuestra salud. Allí, Txuspi tiene que afrontar un duro revés. Una nota en su asiento. Nessie ha sido raptado por un grupo integrista de guiris bigotudas. La negociación se lleva por buen cauce y todo se resuelve bien. No hay nada que temer.

Es la hora de la siesta hasta llegar a un perdido pueblo. Allí encontramos por fin un supermercado y Rebeca conoce a su gemela octogenaria de jersey mientras compramos unos dulces muy chungos. Por la tarde llegamos a Edimbrá entre aullidos de James Blunt. Una vez allí conocimos el hostal más hippie de la historia donde Txuspi y Juanca pasarían la noche . Al día siguiente emprenderían el camino de vuelta a Manchester en un transitado viaje en el que cogieron 3 autobuses. Rebeca y yo partimos esa misma noche. Aunque todavía dudo que fuera ella la que iba a mi lado y no un zombi roncador con chaquetón. A las 5 de la mañana la ciudad puede ser bonita pero nosotros no vimos nada. El descanso prometido nos esperaba.


ANECDOTARIO

Diccionario para el camino:

Inglés - Escocés

Edinburgh - Edimbrá
Bridge - BRench
Doughnut - Dána
Lake - Loj (loch)

Y en definitiva, cualquier palabra inglesa puede pronunciarse en perfecto escocés si se dice sacando la lengua y con arcadas.

Trilogía de la burraca

"Con esta mujer hay tirantez absoluta"
(Txuspi, evidencias)

"Ahí esta la burraca en plan bohemia"
(Manu o el nacimiento del concepto)

"Es más basta que llevar a un cerdo a la opera"
(Juanca, todavía en estado de shock)

Frase del viaje:

"Vamos a socializar"

Día animado de Rebe

"Me siento cabra"
"Parezco una burra"
"Me gusta esa vaca peluda"
"Me da pena la oveja coloreada"


(No os podía dejar con la intriga. Nuestro minibus.
Y la que nos acompaña... Caroline)

3 comentarios:

Silvia_D dijo...

Jajajaj, buenísima crónica de un viajero por los mundos perdidos... ;)

Las frasecitas, verdaderas perlas, para recordar , haces bien en escribirlas.
Que vacas más raras tienen por ahí , eh!! jajaj

Besos, niño^^

Silvia_D dijo...

Ahh!! algunas de las fotos, son preciosas, no te lo había comentado, no?

Que cielos, la primera de este post es guapísima.

Besos, niño^^

Argan dijo...

Gracias Dianna por tus comentarios. La verdad es que las fotos no son nada comparados con lo que allí vi.
Las vacas si que me encantan. Me compre una de peluche y se llama Carmiña. La tengo dando vueltas por mi habitación.

Un beso!