domingo, 31 de agosto de 2008

La Canción del Pirata


Con diez cañones por banda,
viento en popa, a toda vela,
no corta el mar, sino vuela
un velero bergantín.
Bajel pirata que llaman,
por su bravura, El Temido,
en todo mar conocido
del uno al otro confín.

La luna en el mar riela
en la lona gime el viento,
y alza en blando movimiento
olas de plata y azul;
y va el capitán pirata,
cantando alegre en la popa,
Asia a un lado, al otro Europa,
y allá a su frente Estambul:

Navega, velero mío
sin temor,
que ni enemigo navío
ni tormenta, ni bonanza
tu rumbo a torcer alcanza,
ni a sujetar tu valor.

Veinte presas
hemos hecho
a despecho
del inglés
y han rendido
sus pendones
cien naciones
a mis pies.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Allá, muevan feroz guerra
ciegos reyes
por un palmo más de tierra;
que yo aquí, tengo por mío
cuanto abarca el mar bravío,
a quien nadie impuso leyes.

Y no hay playa,
sea cualquiera,
ni bandera
de esplendor,
que no sienta
mi derecho
y dé pechos mi valor.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

A la voz de "¡barco viene!"
es de ver
cómo vira y se previene
a todo trapo a escapar;
que yo soy el rey del mar,
y mi furia es de temer.

En las presas
yo divido
lo cogido
por igual;
sólo quiero
por riqueza
la belleza
sin rival.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

¡Sentenciado estoy a muerte!
Yo me río
no me abandone la suerte,
y al mismo que me condena,
colgaré de alguna antena,
quizá, en su propio navío
Y si caigo,
¿qué es la vida?
Por perdida
ya la di,
cuando el yugo
del esclavo,
como un bravo,
sacudí.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

Son mi música mejor
aquilones,
el estrépito y temblor
de los cables sacudidos,
del negro mar los bramidos
y el rugir de mis cañones.

Y del trueno
al son violento,
y del viento
al rebramar,
yo me duermo
sosegado,
arrullado
por el mar.

Que es mi barco mi tesoro,
que es mi dios la libertad,
mi ley, la fuerza y el viento,
mi única patria, la mar.

José de Espronceda


Es en este caso más fácil recordar que olvidar,
a pesar de batallas y huracanes,
de la lógica de la mar
y del hablar de las maldades.


5 comentarios:

Angel dijo...

En un libro lei que el hombre, como ser masculino, somos el eslabón perdido entre el cerdo y el pirata... No creo que tenga que ver mucho con Espronceda, pero tiene su gracia jejeje..

Mara dijo...

me la sabía de memoria y ahora solo recuerdo el primer párrafo... cuantas cosas se olvidan!!!

Becaria dijo...

Jooooo que poquito me acuerdo de ella... jooooooo... pero muchas gracias por traerla a la memoria!!!

Besitos!!!

Anónimo dijo...

Yo me la se de memoria por la canción de Tierra Santa, me encanta cantarla.

Aquí tienes, seguro que te gusta ;-)

http://es.youtube.com/watch?v=4ZDEQCZTwq8

bessitos

Sire dijo...

un saludo para que no me puedas reñir...

yo recuerdo que la aprendí, pero estoy casi segura que sólo salían unas pocas estrofas en el libro de texto...

hace poco alguien preguntó 10 o 100 cañones por banda... yo juraba 100 XD