El hombre es un niño construyendo un castillo de arena. De todo su esfuerzo, lo que más disfrutará es el momento de destruirlo.
Si la naturaleza tiende al caos, al desorden, entonces la bondad que yo presuponía se esfuma. Y la poca que encontremos tiene más valor aún. Somos nuestros propios maestros a la hora de jodernos la vida. Y para que vamos a arreglar cuando podemos desmontar.
¿Serán nuestras hormonas las que actúan de forma universal en una única dirección?
El que estando triste elige una canción "cortavenas".
El que estando alegre solo se autocompadece.
El que siendo feliz se sabotea.
El que siendo infeliz te sabotea.
La envidia que corre. La felicidad insatisfecha.
La eterna búsqueda finalizada que no podemos aceptar.
Es como si rastreáramos un tesoro que encontramos a mitad de la película. Y en vez de buscar otros objetivos, lo tiramos, lo despreciamos y volvemos a buscarlo una y otra vez. Para que al final, al menos, tengamos una sorpresa y no nuestro conformismo.
El hombre es un animal con miedo a no sentir. Consciente de que es su principal distinción, se resiste a perderla y dejar de ser hombre... ¡pobres animales inconscientes!.
La crítica sin corazón. Los reproches escondidos.
La consciente pérdida de consciencia.
La caja donde todo vale y nada aburre.
La noche en la que no importa mañana.
El famoso... "ya lo arreglaremos luego".
Soy consciente del nido en el que todos estamos.
Y que muchos comemos del mismo suelo.
Por eso tengo fe en cada excepción que encuentro por las esquinas.
La bondad debería transmitirse y no elogiarse.
¿De qué me sirve una orilla sin castillos?
7 comentarios:
Cuánta razón tienes, así son las cosas, yo debería de dejar de pensar que todo el mundo tiene algo bueno y quedarme solo con las pequeñas excepciones que he sido capaz de encontrar.
Me ha gustado también mucho el final, por lo menos se ve que sigues teniendo fe.
bessos
Hola , niño, pasaba a ver qué tal andas, veo que por lo menos sigues optimista :)
Besoss
Tienes rezón, normalmente las cosas buenas se deberían contagiar, no las gripes...
Besicos
Síndrome de insatisfaccion crónica, la nueva pandemia del siglo XXI en la que nadie escapa y que todavia no han inventado pastillas para ello. Porque queremos remedios para todo, hasta para ser feliz, siempre con una meta que superar, cuando la cruzas te preguntas
¿y ahora qué? Siempre construyendo, y deshaciendo castillos a un ritmo cada vez mas frenético sin poder valorar, ni apreciar. Es verdad que nada es para siempre y todo cambia en la vida aunque hay ciertas constantes en nuestras vidas, busca las cosas esenciales y encontrarás tu camino.
1 abrazo.
un post muy filosófico y brillante.
Besos.!
Yaves, casi lo llamaría esperanza. Es la sal de cada día ¿no?
Siempre hay buenas sorpresas. Solo que a veces se hacen derrogar. Besos
Dianna, gracias por tu fidelidad!! Espero ser algo más constante! Besos!
Belén, incluso una gripe, con el enfermero adecuado, no tiene por que ser nada malo...
Joder Antonio, anda que cuando te entra la vena...!!! Pa empezar, no creo que todo se solucione con pastillas... es una costumbre muy fea lo de drogarse. Es verdad el mito, vive rapido y muere joven, pero se queda en eso... en mito. No sirve pal dia a día.
Un abrazo!!
Thank you very much, Angel. Que tal te va todo??? Muchos besos!
Te dejo besos, niño, feliz día ;)
Publicar un comentario