¡Joder, macho! Hay días en los que te plantas el mono de trabajo, y ya no te despegas de él ni para un convite. Carrera parriba, trabajos pabajo, que si prácticas de parado, compromisos olvidados, que tienes que consultar la dieta de tus gusanos de seda, que has quedado con Rigoberto para comprobar si lo del café después de las siete da insomnio, que si hay que ver el eclipse de luna a ver que color sale... en fin, un poco la vida de todos los días, pero algo más acelerada. Así ando últimamente, despegado de mi butaca, sudando la camisa, respetando las duchas y saboreando las sabanas. Y lo mejor de todo... me parece una autentica gozada.
Señores... cerramos por obras. Benditas sean.
Señores... cerramos por obras. Benditas sean.
1 comentario:
Si el dia lo tienes planeado así desde un principio... a mi también me encanta.
Ahora, como tengas un dia normal y te empiecen a salir inconvenientes... es que me revienta xDD
Saludos!
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